Autor: Esther Vargas
¿Te apetece... un vibrador? Primero, las cosas claras: un vibrador no reemplazará a tu hombre. Y si no lo tienes, tampoco se convertirá en el amante que estabas buscando, porque el orgasmo en menos de un minuto es rico –y efectivo–, pero le faltan los besos y abrazos que un acompañante querendón ofrece. Este adminículo –al que me provoca llamarle gadget, para estar a tono con los tiempos– no te aparta de tu pareja; al contrario, te acerca, porque el juego sexual es un buen ingrediente para la pasión.
¿Y cuál será el vibrador top de Lima? La respuesta la tiene Dealcoba.com, el sexshop más exitoso de la capital. Fiorella Rodríguez, gerente de la cadena de tiendas, tiene ese dato, pero vamos por partes. Hay un vibrador top porque hay mucha –demasiada– gente comprando en esta ciudad solapadamente cachonda.
LA CLIENTELA
- En su mayoría, los clientes son parejas de novios, enamorados y esposos.
- Edades: Entre 25 y 45 años.
- Las mujeres son las que propician la compra. Por lo general, van solas, con amigas o jalando a la pareja.
“La visita a un sex shop ya ha dejado de ser un tema tabú, una visita clandestina. Hoy es una opción divertida y por demás novedosa de shopping. Es por eso que, para nuestras clientas, la visita a la tienda termina siendo una experiencia hasta educativa en la que pueden encontrar diferentes 'artilugios’ que se ajusten más a sus gustos, preferencias y fantasías. El ambiente es discreto, cálido y, sobre todo, serio respecto al tema de la sexualidad, lo que hace que cada uno de nuestr@s client@s encuentre la comodidad en cada visita”, explica Fiorella, a quien le pregunté –por supuesto– si había usado los 'artilugios’ en cuestión.
Fiorella respondió que sí.
EL TOP
El Rabbit es el vibrador top, pese a que es el más costoso de la cadena de tiendas. Cuesta 155 dólares y tiene multivelocidades y multifunciones pensadas para complacerte como debe ser. No solo consigues ser penetrada con movimientos circulares que tú misma controlas (en dirección e intensidad), sino que sus curiosas orejitas hacen su trabajo en tu clítoris. Mientras todo esto ocurre, la base de perlas rota en tus labios vaginales. El Rabbit llega a tu punto G –“¡vaya milagro!”, dice una amiga– y no hace movimientos torpes porque tú eres quien lo comanda. Largo: 12.00 centímetros; Ancho: 3.80 centímetros.
En la lista siguen otros productos exitosos:
El anillo vibrador: Tiene forma de delfín. Se coloca al inicio del miembro y estimula el clítoris en cada choque pélvico, haciendo de esto el punto a favor de su fama y efectividad. A la estimulación de la fricción se le suman dos balitas vibradoras.
El vibrador Pocket Rocker: Este pequeño juguete de bolsillo es un fantástico y potente vibrador, ideal para llevarlo en la cartera y usarlo en momentos urgentes. Es el especialista en clítoris. Largo: 10 cm; Ancho: 2 cm.
El vibrador a control remoto: Sus funciones y velocidades se activan a través de un control remoto y puede ser usado incluso bajo el agua. Permite llevar el juego de pareja de la intimidad a espacios públicos, dice la web.
¿Los limeños están perdiendo el pudor?
Rodríguez responde: “La mayoría de nuestros clientes tiene una actitud mucho más abierta al llegar a la tienda. Incluso se permiten bromas y hablan de su propia sexualidad con esa misma apertura. Pero aún hay un grupo de nuestros clientes que entran temerosos a la tienda y, conforme van pasando los minutos, se sienten en confianza”.
Quería saber cómo le fue a ella con los vibradores.
Y ofreció detalles: “La verdad, con mucha curiosidad al inicio (probarlos), con la idea de añadir ese toque travieso al juego de pareja, pero ya en la práctica me di cuenta de que es más que eso. En su uso también es un 'artefacto’ útil y efectivo para alcanzar esa plena estimulación por la que siempre vamos. Y es así que, con la práctica y el uso de estos juguetes, una misma también hace su propio feedback, y en ese camino descubres algunos truquitos que terminas compartiendo con amigos y clientes. Y esto es justamente lo que me encanta de este trabajo: la cercanía con los clientes, escuchar sus sugerencias, sus preguntas y compartir anécdotas”. ¿Se animarían ustedes a tenerlo como un juguete para dos?
Fuente: peru21.pe